Buenos modales en la mesa

sábado, 3 de octubre de 2009

En las comidas diarias en familia, a las que no atribuimos ninguna trascendencia, como en las celebraciones extraordinarias que preparamos con el máximo esmero.

Temas de conversación
En el caso de una celebración más formal, los comensales deberían esquivar temas como política, religión, sexo y fútbol. Absolutamente prohibido hablar de enfermedades, detallar exhaustivamente nuestras dolencias, detenernos en temas groseros o escatológicos.

Colocación de los comensales
En una cena formal, la anfitriona (o anfitrión) decide cómo sentar a los invitados. Para ello tendrá en cuenta dos normas básicas: las parejas no se sientan juntas y se alternará hombre y mujer. A veces, esto resulta complicado, pero, con imaginación y sentido común, obtendremos una combinación que potencie también las posibles afinidades entre los invitados y esquive las posibles desavenencias.

Uso de los cubiertos y copas


Servilletas
Absolutamente inadmisible es colocarse la servilleta en el cuello. La servilleta se debe poner, doblada por la mitad, encima de las rodillas. En caso que tengamos que abandonar la mesa momentáneamente, la dejamos al lado del plato. Si nos manchamos, evitaremos el espectáculo de mojar la servilleta en la copa de agua y frotar enérgicamente la zona del desastre. Lo mejor, en estos casos, es solicitar la ayuda de los anfitriones.

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